Tristeza
Lic. Elisa M. Gutierrez
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La tristeza es una de las 6 emociones básicas presentes en las personas. Dentro de las cuales podemos diferenciar entre agradables y desagradables y, como ya puedes imaginar, la tristeza es una de las desagradables.
La tristeza es un sentimiento que nos hace humanos, probablemente sea una de las emociones más importantes de las que poseemos ya que es necesaria para encontrarnos a nosotros mismos, demuestra nuestra sensibilidad hacia la pérdida o al cambio y fortalece emociones como el amor, ya que al saber lo que es una pérdida nuestra mente nos hace valorar más lo que tenemos cuando lo tenemos.
La tristeza, al igual que el resto de emociones, no debe de ser contenida por el hecho de que nos hagan creer que es una debilidad mostrarla. La tristeza debe de fluir cuando proceda, de manera natural, es un desahogo emocional además de que contenerla produce daños físicos y emocionales en la persona.
No llorar produce situaciones de estrés e influye en los estados anímicos de la persona creando sentimientos y conductas negativas prolongadas en el tiempo, que pueden producir síntomas emocionales y mentales que afectan al individuo y en este caso talvez sea necesario recibir algún tipo de tratamiento psicológico.
La tristeza es una sensación pasajera ante decepciones, sorpresas negativas y pérdidas, sobre todo humanas.
Cuando esta tristeza se convierte en algo intenso que perdura en el tiempo, presenta apatía o irritabilidad excesiva, cansancio, sentimientos de culpa y de inutilidad, una visión negativa de uno mismo y del futuro, cambios en el apetito, en el sueño y en el deseo sexual, dificultades para concentrarse, etc. Entonces podríamos decir que estamos frente a una Depresión.
“La principal diferencia entre Tristeza y Depresión es la intensidad, la duración y, sobre todo, el motivo". Es habitual que una persona con depresión no sepa exactamente el motivo de su tristeza, simplemente está triste todo o casi todo el tiempo. Puede sentir que todo va mal, aunque realmente no tiene pruebas de que sea así”.
No obstante, a veces sí hay un motivo, como puede ser un despido o la pérdida de una relación de pareja, pero la reacción emocional es exagerada. Es decir, en estos casos la persona reacciona con sentimientos de culpa o inutilidad que no son coherentes con la situación.
De cualquier forma es recomendable consultar a un profesional de la salud antes de que el estado de tristeza se convierta en depresión.
¿QUIERES CONOCER MÁS?
Consulta la sección de Consejos y Preguntas Frecuentes para personas con tristeza
