Cuando se habla de adicciones generalmente lo relacionamos con el consumo de alguna sustancia nociva para el organismo. Sin embargo existen diferentes tipos de adicciones entre las que podemos contar la adicción al alcohol, a la nicotina, a los psicofármacos, a la cafeína, a los opiáceos, a las drogas duras, a los esteroides, a la cannabis, a las apuestas, a las mentiras, al azúcar, al sexo, a las cirugías, a las compras, al internet, a la pornografía, a las redes sociales etc..

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Generalmente al inicio la persona piensa que puede controlarlo, pero cuando esta situación empieza a crear problemas en su vida diaria, en su trabajo, con su familia, en su salud significa que se está convirtiendo en una adicción y puede adueñarse por completo de la vida de la persona. 

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La adicción puede llegar a ser más importante que la necesidad de comer o dormir, más importante que el trabajo o la familia. La adicción puede reemplazar todas las cosas de las que antes disfrutaba.  Una persona adicta puede llegar a hacer casi cualquier cosa para continuar con su adicción, como esconderse, robar o mentir.

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Uno de los pasos más difíciles en el tratamiento de la adicción es el de la aceptación del problema. La mente tiende a auto-protegerse para no tener que librarse de las adicciones, y por ello es difícil luchar contra ellas.

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Es indispensable que la persona afectada acepte el problema y desee el tratamiento ya que no se trata de algo simple de resolver, se necesita atacar el problema desde diferentes ángulos dependiendo del tipo de adicción de que se trate, en algunas ocasiones será necesario combinar tratamiento médico con psicológico o psiquiátrico además de cambiar hábitos conductuales, incluso familiares.

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